jueves, 13 de mayo de 2010

Estereotipos y expectativas

Desde el principio siempre sentimos que tanto médicos, especialistas y la sociedad en general, tenían muy pocas expectativas en cuanto al futuro de nuestra hija. Todos repetían los mismos típicos tópicos: quizás hablará, quizás no, tardará en andar, cognitivamente no hay que esperar mucho de ella, posiblemente tendrá problemas de visión, de mayor tendrá problemas de obesidad, olvidaros de que vaya en bicicleta... la horrible frasecita de “estos niños esto, estos niños lo otro”.

Ah! pero eso si… todo el mundo sabía que nuestra hija iba a ser una niña muy cariñosa y feliz…POR SUPUESTO!! ¿Como no va a ser cariñosa y feliz? había nacido en el seno de una familia que la quería. Nuestra hija iba a ser tan cariñosa y tan feliz como cualquier otro niño y niña, ni más ni menos que los demás.

Viendo las perspectivas de tanto experto decidimos hacer oídos sordos a los malos augurios y nos pusimos manos a la obra. Dejamos de lado los títulos con los que la habían condecorado al nacer.

Hasta la fecha de hoy mi visión no ha cambiado. Nuestra hija tiene un extra cromosoma que la hace susceptible a ciertas dificultades. Pero esta realidad no le profetiza un futuro predeterminado. os invito a dejar los estereotipos a un lado y aumentar vuestras expectativas hacia vuestr@s hij@s.

1 comentario:

  1. Hola, Marta, totalmente de acuerdo. A pesar de que nuestra hija Fiona tiene otro tipo de dificultad, nuestra experiencia de "siempre adelante, no hay más límites que los que ponemos nosotros" es la que mejor nos ha funcionado. Sin expectativas concretas, pero sin barreras. Y una reflexión: cuanto mejor es el profesional, menos te limita. Nuestra peor experiencia sin duda fué un oftalmólogo que a los 3 meses nos dió la noticia de que nuestra hija nunca podría ver (o muy poco). En estos momentos Fiona tiene una visión funcional normal, lee, escribe, juega a tenis en la wii!, dibuja, borda! .... pero si nos hubiéramos quedado con el diagnóstico y no hubiéramos practicado la estimulación a tope, tal vez hoy en día los augurios se habrían visto cumplidos. El gran problema de un diagnóstico limitativo es que no te da cuerda para seguir estirando! Por esto los padres tenemos que tener siempre un cordel de repuesto en casa...

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